Los contratos mercantiles son de capital importancia para las empresas. Muchos de sus actos están regulados por contratos, y gran parte de ellos son contratos mercantiles. En este artículo te explicaremos qué son, cuáles son sus particularidades y te comentaremos algunos de los contratos mercantiles más habituales.
Pensamos que un contrato mercantil es ese contrato que se le hace firmar a un comercial y por el cual va a cobrar una comisión por cada venta que realice. Este solo es un modelo. El concepto de contrato mercantil es mucho más amplio.
Las empresas, en su actividad, están estableciendo relaciones jurídicas continuamente. Estas relaciones se suscriben por contrato en igualdad de condiciones por las partes. Son los contratos mercantiles.
En estos contratos se fijan las condiciones del servicio y los derechos y obligaciones derivados de la relación.
El contrato mercantil es una de las piedras angulares del derecho moderno. Aquel que se desarrolla después de la Revolución Industrial y de la Revolución Francesa y que reconoce el derecho a las empresas y a los individuos a suscribir negocios, de manera independiente, con la mínima intervención del Estado. Es el reflejo jurídico del librecambismo.
¿Qué es el contrato mercantil?
La escuela de negocios I.N.E.A.F. indica que el contrato mercantil es un contrato en el que se presta un servicio y en el que las partes son empresarios o profesionales que colaboran de manera independiente. Esta figura está recogida en el Código Civil, y se encuentra ampliamente regulada en el Código de Comercio.
El contrato mercantil es un elemento imprescindible para los negocios, ya que deja por escrito las condiciones en las que se va a desarrollar la relación comercial, de manera que cualquiera de las partes pueda exigirlas, en el caso de que se produzca un incumplimiento. El contrato prevé la resolución de probables conflictos.
El contrato mercantil tiene una serie de características propias, son las siguientes:
- Es un contrato con ánimo de lucro. Existe una contrapartida económica por, al menos, una de las partes que no queda enmascarada dentro del documento.
- Se efectúa dentro del ámbito profesional o empresarial. Es un contrato que se firma entre empresas o profesionales independientes.
- Libertad de forma. La ley no establece una forma precisa para redactar el contrato. Las partes pueden acordar libremente la manera en la que se presentan las cláusulas. Si bien, debe quedar reflejada la identidad de los firmantes y el objeto del contrato.
- Tiene valor jurídico y es una prueba documental. El contrato, de por sí, tiene fuerza legal. Compromete a las partes en el cumplimiento de las obligaciones que fijen las cláusulas. También son una prueba documental para la realización de juicios, estén relacionados, directamente o no, con la firma del contrato.
Algunos tipos de contratos mercantiles.
El contrato mercantil es un contrato de ámbito profesional que abarca gran cantidad de contratos que habitualmente firman las empresas. Estos son algunos de ellos:
- Contrato de compraventa. Este es un contrato en el cual dos personas (físicas o jurídicas) acuerdan las condiciones en las que se produce una venta. El contrato mercantil de compraventa se suele utilizar en el ámbito empresarial y tiene algunas diferencias con respecto al contrato de compraventa que se pueda firmar con un consumidor normal (ciudadano) o con la venta de un bien inmueble a un particular.
- Contrato de distribución. Recoge la forma y condiciones en las que una empresa o profesional vende los productos de un fabricante o mayorista en un territorio acotado y por un tiempo establecido. Son, por ejemplo, las exclusivas comerciales o los contratos con concesionarios.
- Contrato de agencia. Una agencia es una empresa que presta un servicio a otra empresa o profesional dentro de su ámbito particular y que le da derecho a utilizar su nombre para efectuar el servicio externalizado. Así, una empresa de marketing, pone en marcha las estrategias de promoción de la empresa que le ha contratado en su nombre.
- Contrato de franquicia. El contrato de franquicia permite a un empresario utilizar el nombre y vender los productos de una marca o empresa matriz bajo la imagen corporativa y unas condiciones de calidad y servicio, con el pago de un canon.
- Contrato de comisión. El contrato de comisión es el contrato que tradicionalmente se ha firmado con comerciales y representantes de comercio, para la venta de productos a cambio de una comisión. El blog personal del experto en marketing digital Guillermo Alegre señala que este tipo de contrato se ha puesto de actualidad debido a las nuevas modalidades de marketing que han surgido con internet, como el marketing de afiliados.
- Contrato de transporte. Estos son los contratos que las empresas firman con las empresas de trasporte para llevar sus productos hasta los puntos de venta o a la dirección del cliente o consumidor final.
- Contratos de leasing y renting. Estos contratos regulan las condiciones de alquiler con derecho a compra de maquinaria o vehículos por parte de las empresas.
Cuáles no son contratos mercantiles.
Igual que estos contratos que te hemos mencionado, y que algunos de ellos a priori no dirías que son contratos mercantiles, estos son otros contratos que firman las empresas y que bajo ningún concepto se pueden considerar mercantiles.
- Contrato de trabajo. Aunque posee un contenido lucrativo, la firma del contrato de trabajo no se realiza entre iguales. Existe una subordinación personal del trabajador con respecto a la empresa. Las relaciones laborales están reguladas por una rama del derecho autónoma, el derecho laboral, la cual pretende proteger al trabajador en esta relación desigual.
- Contrato de alquiler de una vivienda. El alquiler de una vivienda se escapa a la regulación del Código de Comercio y se rige por la Ley de Arrendamientos Urbanos.
- Contrato de donación. Aunque este contrato se firmara entre empresas o profesionales, se escapa del concepto de contrato mercantil, puesto que se supone que es altruista y pierde el ánimo de lucro.
- Contrato de sociedad civil. Lo mismo sucede con este contrato. Este es el contrato que regula las acciones que realizan las empresas en colaboración con otras personas, asociaciones o administraciones públicas, en beneficio de la sociedad y de manera desinteresada. Son, por ejemplo, las obras sociales de las cajas de ahorro o determinadas fundaciones creadas o patrocinadas por empresas.
- Contrato de compraventa con el consumidor final. Estos contratos se escapan de la libertad propia de los contratos mercantiles, ya que deben estar sujetos a garantías y normas de consumo reguladas por las autoridades.
Algunas peculiaridades de los contratos mercantiles.
Para que un contrato mercantil sea válido debe recoger el nombre, NIF y sede social de las partes, así como expresar con claridad el objeto del contrato. Es decir, la relación exacta que regula.
En estos contratos cobran una especial importancia las cláusulas. Ya que establecen las condiciones en las que se establece la relación y prevé posibles escenarios y conflictos de intereses, fijando como se resuelve cada uno de ellos.
No existe una duración estipulada para los contratos mercantiles. Las partes fijan libremente la duración de la relación, así como los supuestos que dan lugar a la extinción de los contratos.
Los conflictos producidos a la luz de un contrato mercantil se resuelven ante la jurisdicción civil. El juez, en caso de que una de las partes haya demandado a la otra por incumplimiento o vulneración de derechos, actúa como árbitro; velando porque ninguno de los litigantes sea objeto de abuso.
Como sucede con gran parte del derecho civil, el acuerdo entre las partes suspende el proceso judicial. Pudiendo las partes contratantes dirimir sus diferencias mediante conciliación antes y durante el juicio.
La otra particularidad de los contratos mercantiles, es que, la mayoría de los casos, no se requiere ni registro ni formalización ante notario para que el contrato sea válido.
La importancia del asesoramiento jurídico.
Si bien hemos visto que los contratos mercantiles pueden ser redactados libremente por las partes, he de señalar que contar con la asistencia de un abogado especializado en derecho mercantil, otorga a estos contratos una seguridad jurídica que no tienen si se prescinde de ellos.
Así nos lo cuenta George Radú Alinei, un empresario que tras apoyarse en Abogados Santander, un bufete de abogados multidisciplinar de la capital cántabra con una sección especializada en derecho mercantil, al que el empresario recurrió para la constitución de su empresa, le encarga a ellos la redacción de todos sus contratos de servicios y les consulta cuando va a firmar un contrato con los proveedores.
Y es que los abogados mercantiles pueden redactar contratos con una mayor precisión. Ajustándose a la ley y la naturaleza del negocio. Evitando la ambigüedad o los pocos defectos de forma que pueden invalidar estos contratos.
Estos abogados son determinantes para resolver los conflictos que surjan a la luz del contrato, defendiendo los intereses de sus representados ante la otra parte
Los contratos mercantiles son importantísimos en la vida de cualquier empresa. Un asunto al que los empresarios deben prestar atención y no atenderlos nunca como un tema menor.


