El derecho ofrece numerosas variantes y disciplinas que, partiendo de un mismo sistema de principios y normas, se expande y especializa en ramas. Una de esas ramas es la del derecho mercantil, en la que el abogado de empresa, cobra especial protagonismo. Si nos atenemos al Real Decreto Legislativo por el que se aprueba el resto refundido de la Ley del Estatuto de los Trabajadores, como legislación fundamental en nuestro país, a la hora de regular las diferentes relaciones laborales, el papel de este tipo de abogado, resulta imprescindible.
Puesto que la citada ley, establece los derechos y deberes de ambas partes, empleadores y empleados, así como rige la contratación y finalización de los contratos, la representación sindical y todos aquellos aspectos relacionados con el mundo laboral, resulta fácil comprender la necesidad de esta figura legal. El abogado de empresa es la persona adecuada para asesorar y representar a las empresas en todo tipo de cuestiones legales laborales.
Se trata por lo tanto, de una figura esencial dentro del entorno laboral, puesto que desempeña un papel crucial en lo que a interese de la empresa en cuestiones legales, respecta. Eso sí, siempre en relación con los empleados en primera instancia. Hablando con Calero García Perea Abogados, nos ha quedado claro que el Estatuto de los Trabajadores, establece que los abogados de empresa, deben cumplir con un código ético y profesional. Dentro del cual se incluye la obligación de actuar de forma independiente pero con lealtad hacia su cliente, es decir, la empresa. Así mismo, debe respetar en todo momento, la confidencialidad de la información obtenida dentro del ejercicio de sus funciones.
Como cabe esperar, un abogado de empresa, cuenta con unas cuantas funciones a su cargo. Entre las cuales podemos destacar todo lo relativo a las contrataciones y el despido de los empleados. Sin embargo sus roles, van mucho más allá.
Un profesional con muchas funciones
El abogado de empresa resulta indispensable en el mundo laboral. Dado su cariz de asesor de la empresa en todo tipo de cuestiones legales, es quien se encarga de la redacción de los contratos, el despido o las negociaciones concernientes a los convenios colectivos. Los conflictos laborales y la interpretación de la normativa vigente, son por igual, parte de sus funciones dentro de la empresa. Sin olvidar que, en caso de litigio laboral, será el que se ocupe de representar a la empresa ante los tribunales, defendiendo siempre sus intereses legales.
Todos estos cometidos del abogado de empresa, no se encuentran exentos de desafíos y problemáticas laborales. Uno de los más comunes, no es otro que la gestión de los numerosos conflictos laborales que suelen producirse entre empresa y empleados. Estos conflictos pueden producirse por varias razones, como el despido injustificado, la discriminación laboral, el incumplimiento del convenio o disputas sindicales, entre otros. El abogado de empresa, tiene que ser capaz de mediar en estos conflictos y encontrar la solución más adecuada y justa para ambas partes, dentro de la legalidad.
Otra problemática muy habitual en el mundo laboral, en la que el papel del abogado de empresa resulta primordial, es en el campo de la prevención de riesgos laborales. Las empresas están obligadas a ser responsables de proporcionar un entorno de trabajo que sea seguro para los trabajadores. El abogado, debe asegurarse de que se cumplan todas y cada una de las normativas de seguridad laboral vigentes y, se tomen las medidas que sean necesarias con objeto de prevenir accidentes y enfermedades laborales.
Dentro del contexto de la globalización y la creciente movilidad laboral, el perfil del abogado de empresa, resulta la persona adecuada para enfrentarse a los desafíos ligados a la internacionalización de la empresa y la gestión de los empleados que trabajan en otros países. Esto implica que el abogado, este en posesión de conocimientos suficientes sobre las leyes laborales de otros países, para garantizar que la empresa cumpla la regulación laboral, tanto a nivel nacional como internacional.
Todo esto se resume en que, el citado Real Decreto, establece como esencial, la figura del abogado de empresa dentro del marco de las relaciones laborales que se producen en nuestro país. Se trata, por lo tanto, de profesionales capacitados para desempeñar un papel esencial dentro de la asesoría legal de la empresa y la resolución de todo tipo de problemática laboral. De tal manera que se garantice el cumplimiento de la normativa laboral vigente en cada momento y sector, así como la defensa de los intereses de la empresa dentro de un entorno laboral, cada vez más complejo.
Responsabilidad y responsabilidades del abogado de empresa
Evidentemente, el abogado de empresa, es un profesional experto en legalidad, por lo que su principal responsabilidad, consiste en la defensa y asesoramiento de la empresa en todo tipo de cuestiones laborales. Su función abarca numerosas funciones y áreas que, van desde la contratación inicial de un empleado hasta la resolución de todo tipo de conflictos y disputas laborales con sus correspondientes litigios. Veamos con mayor detenimiento algunas de esas funciones y responsabilidades que no puede eludir el abogado de empresa.
La primera de sus funciones y la más obvia, es el asesoramiento legal en lo concerniente a la contratación y el despido de los empleados. Dado que el proceso de contratación y despido de los empleados es una parte esencial de las operaciones de una empresa, el abogado no puede faltar en el proceso. Su misión es asegurarse que las acciones a llevar a cabo cumplan la legislación laboral vigente, lo que incluye la redacción de los contratos de trabajo, la revisión de las cláusulas y términos de los mismos. En el caso de los despidos, deben garantiza que cumplen con los requisitos legales, como el pago de la indemnización correspondiente.
En lo que a conflictos laborales respecta, se trata de algo inevitable dentro de cualquier entorno laboral. Pueden producirse por diversas razones, como una diferencia en la interpretación del contrato, acuerdo colectivo o desacuerdos entre el empleado y el empleador. El papel del abogado en estas cuestiones, es la de un mediador que pretende encontrar una solución justa y legal. En los casos de mayor complejidad, representa a la empresa en conciliación y arbitraje.
Dado que el Real Decreto Legislativo establece el cumplimiento de una serie de regulaciones laborales a cumplir por parte de las empresas, el abogado, tiene la responsabilidad de garantizar y asegurar el cumplimiento de las mismas. Esto implica respetar los derechos de los trabajadores, el pago de los salarios y beneficios que procedan, las horas de trabajo, condiciones de seguridad y salud laboral, etc.
Cuando sindicatos y empresas negocian sus convenios colectivos, el abogado puede verse involucrado en la negociación. En este caso, debe asegurar que los términos son equitativos para ambas partes y garantizar el cumplimiento de la legislación laboral vigente.
Por último, citaremos la inevitable representación legal en los litigios laborales que se produzcan. En las situaciones en las que no se llega a solución mediante la conciliación, el abogado, será quien se ocupe de la representación legal de la empresa en los tribunales. Los litigios más habituales suelen ser demandas por despido injustificado, discriminación laboral, incumplimiento de los contratos y similares.
En relación con la discriminación laboral en los entornos de trabajo, se trata de uno de los problemas más recurrente y persistentes que pueden producirse en el entorno laboral. Esta situación, puede producirse y manifestarse de diversas maneras: discriminación por género, edad, raza o discapacidad. Los abogados de empresa deben prestar especial atención a las señales de discriminación con la finalidad de prevenir que vaya a más. Asesorar a la empresa en materia de políticas antidiscriminatorias y representarla en caso de denuncia, es parte de su cometido.
Otro de los aspectos que más quebraderos de cabeza dan a los abogados de empresa en la actualidad, es lo referente a la regulación de horarios y teletrabajo. Debido al auge de esto último, se han planteado nuevas cuestiones legales dentro del ámbito laboral. Los abogados se ocupan de ayudar a la empresa a establecer las políticas y contratos adecuados a estas nuevas modalidades de trabajo, de modo que se garantice el cumplimiento de la normativa relativa al tiempo de trabajo y la flexibilidad laboral.
En las cuestiones relativas a la salud y seguridad en el trabajo, por considerarse como puntos críticos en la empresa, el abogado debe asesorar sobre regulación de seguridad laboral, para que se tomen las medidas necesarias para prevenir accidentes y enfermedades laborales. Por supuesto, en caso de litigio relacionado con accidentes y enfermedades laborales, el abogado debe representar a la empresa legalmente.
A modo de conclusión, podemos decir que el abogado es para la empresa un pilar fundamental. Sin esta figura legal, las empresas no podrían solucionar correctamente todas las cuestiones legales que se presentan en el ámbito empresarial y laboral. Resulta fundamental, sobre todo para empresas de mayor envergadura, contar con defensa legal laboral, una asesoría laboral personalizada y la defensa jurídica más avanzada y exclusiva. Sea contratando los servicios de un despacho independiente especializado en esta rama del derecho; sea contratando a un abogado especializado en derecho mercantil y de empresa en su plantilla.
