Los dedos en garra y los dedos en martillo son deformidades ocasionadas principalmente por alteraciones en las estructuras musculares y óseas del pie, que afectan principalmente a las articulaciones y pueden causar dolor y dificultades para caminar. Estas alteraciones van deformando las articulaciones progresivamente hasta llegar producir rigidez y luxaciones. Existen diferentes tipos de deformidades y principalmente diferenciamos estas tres:
–Dedo en martillo: La articulación flexionada es la del medio.
–Dedo en mazo: la articulación flexionada es la más próxima a la punta del dedo.
–Dedo en garra: se produce una hiperextensión de la articulación metatarsofalángica y una flexión de la articulación interfalángica proximal y distal.
En los dedos en garra y en los dedos en martillo hay que diferenciar entre dos tipos:
–Flexible: Cuando comienza a aparecer esta deformidad, podemos lograr su flexión.
–Rígida: es aquella deformidad en la que no podemos extender el dedo.
¿Cuáles son los síntomas?
Los principales síntomas que se presentan en los dedos en garra son:
-Dolor intenso en los pies que impide andar con normalidad, incluso mantenerse de pie.
-Los dedos se flexionan hacia arriba.
-Los dedos se doblan en las articulaciones medias hacia la suela del zapato.
-Inflamación de las articulaciones interfalángicas.
-Dolor en la práctica de deporte.
-Dolor en la zona de la puntera del pie, que molesta a la hora de caminar cuesta arriba o cuesta abajo.
-Callosidades en la parte superior de los dedos.
¿Cuáles son las causas?
Los especialistas en podología médica y en cirugía de dedos en garra o martillo de la clínica podológica Oltra nos explican las causas que pueden generar las deformidades en los pies:
-Desequilibrios musculares entre los tendones flexores y extensores.
-Uso de zapatos estrechos o de tacón alto. La mayoría de los pacientes que sufren estas deformaciones utilizan un calzado inapropiado que comprimen los dedos, como los zapatos estrechos o de tacón alto.
-Factores congénitos, ya que algunas personas nacen con predisposición a esta deformidad.
-Las personas que padecen enfermedades neuromusculares, como la diabetes o afecciones de la columna lumbar, pueden sufrir estas deformidades en los pies.
-Otra de las causas que puede provocar esta afección deriva de problemas articulares producidos por pies cavos, pies planos o lesiones que han afectado a la forma del hueso.
-Otro factor de riesgo que condiciona el desarrollo de los dedos en martillo es la aparición de juanetes, ya que se produce una desviación lateral del primer dedo y un hundimiento progresivo de los metatarsianos.
-Los dedos en garra o en martillo pueden tener un componente hereditario, ya que la predisposición genética puede influir en la forma del pie.
-Enfermedades como la artritis reumatoide o la diabetes pueden influir en la aparición de estas deformidades de los dedos de los pies.
Tipos de tratamientos
Los dedos en garra y en martillo deben de ser tratados a tiempo para evitar las deformidades de carácter rígido y permanente. En cuanto se detecta cualquier signo de deformidad en los pies, debemos acudir al podólogo, para que estudie y diagnostique el caso. El podólogo realizará una exploración física y una radiografía para conocer el grado y aplicar el tratamiento adecuado. Existen diferentes tipos de tratamientos porque no es lo mismo tratar una deformidad flexible que rígida. Los tratamientos más utilizados son los siguientes.
Estiramientos
Se recomienda estirar los músculos extensores y flexores para evitar el agarrotamiento de las articulaciones.
Órtesis de silicona
Este tratamiento a medidas es idóneo para los niños y adolescentes porque ayuda a corregir esta patología y la deformidad será flexible.
Cirugía
El especialista opta por el tratamiento quirúrgico cuando la deformidad está en grado rígido y cuando no se obtiene mejoría con otros tratamientos. En este tipo de cirugías no precisa de ingreso hospitalario y el paciente puede apoyar el pie desde el mismo día de la intervención quirúrgica y utilizar un calzado post-quirúgico especial que se retirará en torno a las 3 semanas».
Desde Top Doctors informan que «esta técnica minimiza la invasión quirúrgica al realizar pequeñas incisiones que permiten al cirujano acceder a los tendones y huesos afectados sin dañar tejido sano circundante. El resultado es una recuperación más rápida, menos dolor postoperatorio y una menor probabilidad de cicatrices visibles».
Plantillas personalizadas
En ocasiones, estas patologías derivan de una incorrecta forma de caminar, por lo que el uso de plantillas personalizadas ayuda a estabilizar el pie. Están diseñadas para ajustarse exactamente a la forma y estructura de los pies de cada paciente, por lo que pueden ayudar a prevenir la aparición de dedos en garra y mejorar la alineación corporal.
Calzado cómodo
El paciente debe utilizar un calzado de tamaño adecuado y amplio de horma para evitar que los dedos queden apretados en su interior. Lo ideal es buscar zapatos con punteras anchas y que ofrezcan un buen soporte del arco, para ayudar a reducir la presión de las articulaciones y distribuir el peso de manera uniforme. La utilización de un calzado inadecuado que ejerce presión en la punta del pie, puede provocar que los músculos se deformen.