Esta es una de las grandes preguntas que muchas personas, sobre todo en nuestro país, se hacen cada día. A pesar de que nuestro sistema de salud público suele gozar por lo general de buena reputación, el seguro médico privado puede parecer necesario en múltiples casos.
Y es que, tener acceso a una cobertura médica extra plantea algunas ventajas y beneficios; los largos tiempos de espera que plantea la seguridad social y la escasez de médicos en algunos sectores, nos hace plantearnos esta pregunta en multitud de ocasiones.
Nuestro sistema de seguridad social falla en varios aspectos, y no es algo con lo que nos debamos conformar. Sin embargo, el cambio no es instantáneo, y mientras luchamos por algo mejor, debemos velar por nuestra salud. Entonces, ¿Cuál es la mejor opción?
En este artículo voy a contarte un poco acerca de mi propia experiencia y sobre cómo llegué a tomar la decisión de tener uno, además de explorar los puntos más importantes para que puedas decidir tú mismo si merece la pena en tu caso.
¿Qué aporta realmente un seguro médico privado?
Para quienes no tienen problemas de salud graves o necesidades frecuentes de atención médica, el sistema público parece suficiente. Pero cuando empecé a investigar, encontré que la rapidez de atención es uno de los beneficios más destacables.
Como he mencionado antes, a pesar de que en los centros de salud pública se hace un gran esfuerzo, las listas de espera para consultas especializadas o ciertos procedimientos pueden ser largas, y esto afecta especialmente en casos donde la rapidez en el diagnóstico marca la diferencia. Un seguro privado ayuda a reducir estos tiempos, permitiendo el acceso rápido a especialistas y pruebas diagnósticas.
Otra de las razones destacables por las que puede ser beneficioso considerar el seguro privado es la libertad en los horarios y la posibilidad de elegir al profesional que quería. En el sistema público, muchas veces no tienes opción sobre quién te atenderá o cuándo, mientras que en el sector privado se ofrecen opciones para adaptar la consulta a las necesidades y preferencias personales. La calidad de la relación médico-paciente puede ser diferente, y me di cuenta de que algunos amigos valoraban tener una atención más cercana y con continuidad en sus revisiones.
¿Qué tipos de seguros médicos existen?
Al revisar sobre los distintos seguros médicos, me di cuenta de que existe una gran variedad de opciones que van mucho más allá de la cobertura básica ¡incluso hay algunos que cubren la cirugía plástica!
Hay seguros que se enfocan principalmente en la atención primaria, mientras que otros ofrecen servicios especializados, como seguros de salud integral o de reembolso. Estos últimos permiten que tú elijas el médico o el centro al que quieres acudir, aunque no esté dentro del cuadro médico de tu seguro, y después te reembolsan una parte de los gastos. Aunque esta opción puede tener una prima mensual más alta, permite una flexibilidad única que algunas personas encuentran idónea.
Por otro lado, están los seguros médicos más básicos, que cubren únicamente los servicios fundamentales como las visitas al médico general, urgencias y algunos especialistas. Este tipo de seguros suelen ser más baratos y pueden ser una buena opción para aquellos que buscan una cobertura sin demasiados extras. Luego, existen pólizas que ofrecen cobertura internacional, que son perfectas para quienes viajan con frecuencia y quieren la seguridad de poder recibir atención médica sin importar el país en el que se encuentren.
La clave de no elegir cualquiera.
Cuando nos lanzamos a elegir un seguro médico, no debemos correr, es algo que aprendí durante mi experiencia. El secreto está en elegir un seguro en condiciones, es decir, uno que realmente cumpla con los requisitos mínimos de calidad que estamos buscando. Para lograrlo, es fundamental fijarse en las opiniones y referencias de otras empresas o mutuas que avalen su servicio, tal y como muestra la Clínica Dental Gaudí.
Muchas veces, los seguros médicos con mejor reputación son aquellos que han sido recomendados por clientes satisfechos o respaldados por otras organizaciones que también ofrecen servicios de salud; personalmente, me pareció tranquilizador revisar estas opiniones antes de tomar la decisión.
Precio de un seguro médico vs. gasto en sanidad privada ocasional.
Uno de los factores decisivos a la hora de contratar un seguro médico es el precio.
Hay personas que prefieren ir directamente a consultas privadas cuando lo necesitan, asumiendo que no suelen requerir mucha atención médica y, por lo tanto, no les compensaría pagar una cuota mensual. En mi caso, me pregunté si el gasto en seguro sería mayor que el gasto de un par de consultas privadas al año. Tras hacer cálculos, vi que, a la larga, la tranquilidad de tener una cobertura regular que me cubriera cualquier imprevisto merecía la pena (como una caída o una gripe fuerte).
Además, las cuotas suelen ser bastante variadas en función de la cobertura que elijas. Los seguros de salud básicos suelen cubrir lo esencial a precios moderados, y puedes adaptarlos a tus circunstancias personales o económicas; creo que es útil analizar con calma tu situación y calcular si te compensa o no.
Beneficios extra: cobertura dental, óptica y más.
Algo que también me sorprendió mientras analizaba las opciones de seguros, fue la posibilidad de incluir coberturas adicionales, como dental, óptica o fisioterapia. Realmente estos servicios no suelen estar cubiertos en los seguros básicos, pero muchos seguros incluyen opciones para añadirlos por una cuota un poco más alta.
En mi caso valoré la posibilidad de contar con una cobertura dental, ya que los tratamientos dentales pueden ser bastante caros y es fácil olvidarse de su importancia hasta que tenemos una emergencia.
Los seguros que incluyen cobertura óptica son otra ventaja para quienes usan gafas o lentillas, ya que muchas veces incluyen revisiones anuales y descuentos en ópticas colaboradoras. Y para aquellos que hacen deporte o necesitan ir a rehabilitación, la cobertura de fisioterapia supone un beneficio añadido que permite tener acceso a sesiones sin tener que preocuparse tanto por el precio.
La importancia de la prevención y las revisiones médicas.
Con la vida tan ocupada que llevamos, es fácil olvidar o posponer revisiones rutinarias o chequeos médicos importantes, y tener contratado un seguro de salud te recuerda de alguna manera hacer un seguimiento regular de tu bienestar, ya que suelen ofrecer revisiones gratuitas o programas de control de salud. La prevención puede ayudar a detectar problemas de salud antes de que se conviertan en algo serio.
En la sanidad pública, aunque también existen revisiones, es frecuente que haya retrasos o una menor personalización en estos seguimientos; los médicos no suelen estar tan atentos, aunque es cierto que igualmente están ahí para ti si lo necesitas.
La cobertura de segunda opinión médica.
Algo que me pareció muy útil y que varias aseguradoras ofrecen es la cobertura de una segunda opinión médica. Esto significa que, en caso de diagnóstico de una enfermedad grave, puedes acceder a la opinión de otro profesional o incluso de expertos internacionales. La posibilidad de contar con esta segunda opinión me pareció un respaldo importante y una forma de tener más tranquilidad en caso de que surja una condición de salud delicada.
Al fin y al cabo, poder contar con una segunda opinión no solo nos ayuda a tener una nueva perspectiva ante nuestros problemas de salud, sino que también nos da una mayor confianza en el tratamiento. Ante una situación difícil, tener la opción de contrastar el diagnóstico y explorar otros tratamientos puede llegar a ser bastante esperanzador.
Principales desventajas a tener en cuenta.
Ahora que ya sabemos todo lo bueno que ofrecen, también debemos tener en cuenta algunas desventajas:
- El seguro privado te ayuda, pero no respalda todo.
Si te realizas una serie de pruebas en el seguro privado y luego optas por realizarte un tratamiento adicional en el público, tendrás que repetir las pruebas; las pruebas privadas no son válidas para el seguro público.
- Algunos seguros no cubren todo.
Muchos seguros cubren funciones básicas, pero no cubren todos los tratamientos; debemos estar atentos a lo que estamos pagando siempre.
- El precio puede ser bastante limitante.
Aunque existen formas de pago bastante variadas, lo cierto es que los seguros médicos suelen ser caros. Es importante analizar nuestra situación, como hice yo, y nuestro presupuesto, para poder tomar la mejor decisión. Asimismo, comparar varios seguros también nos será de utilidad.
- La ubicación.
La ubicación es también otro factor limitante; en la mayoría de ciudades y pueblos existen médicos de atención primaria u hospitales, pero no hay clínicas privadas en todas partes. Hoy en día tenemos también las consultas virtuales, aunque no son lo mismo (y además no convencen a muchas personas, ya que prefieren la cercanía).
Entonces, ¿es realmente necesario?
Yo contraté los servicios de seguro médico para una situación concreta, y me fue bastante bien. Sin embargo, esto depende de todos los factores que hemos visto a lo largo del artículo: la complejidad de la situación, nuestro presupuesto, la ubicación, nuestras expectativas, la reputación de la clínica, etc.
¿Mi consejo? Si tienes un problema de salud grave que te preocupa y puedes permitirte un seguro de salud, contrátalo; notarás la diferencia. Sin embargo, si gozas de buena salud por lo general, quizás no te renta tanto. Puedes contratar algún seguro extra como el dentista (que suele ser caro) pero por lo demás estarás bien.