La periodoncia es una especialidad dentro de la odontología que se centra en la prevención, diagnóstico y tratamiento de las enfermedades que afectan los tejidos que rodean y sostienen los dientes, conocidos como tejidos periodontales. Estos tejidos incluyen las encías, el ligamento periodontal, el cemento radicular y el hueso alveolar. Cuando cualquiera de estos componentes se ve afectado, la salud bucal se compromete y puede derivar en la pérdida de dientes si no se trata a tiempo. La periodoncia, por lo tanto, juega un papel crucial en el mantenimiento de una boca sana y en la prevención de complicaciones dentales más graves.
Una de las principales afecciones que trata la periodoncia es la gingivitis, una inflamación de las encías causada por la acumulación de placa bacteriana en la superficie de los dientes. La placa es una película pegajosa de bacterias que se forma constantemente en la boca debido a los restos de comida y las bacterias naturales. Si no se elimina adecuadamente con una buena higiene oral, la placa puede endurecerse y convertirse en sarro, que es más difícil de remover y requiere atención profesional. La gingivitis es el primer signo de una enfermedad periodontal, y sus síntomas incluyen encías inflamadas, enrojecidas y sangrado al cepillarse o usar hilo dental. Aunque la gingivitis es reversible con una limpieza adecuada y el cuidado dental correcto, si no se trata, puede avanzar a una fase más grave conocida como periodontitis.
La periodontitis es una forma más avanzada de enfermedad periodontal que afecta no solo a las encías, sino también a los tejidos más profundos que sostienen los dientes, como el hueso alveolar. Y es que tal y como nos explica el Doctor Jaime Clavero, a medida que la infección bacteriana progresa, las encías comienzan a retraerse y a separarse de los dientes, formando lo que se conoce como bolsas periodontales. Estas bolsas permiten que las bacterias se acumulen más profundamente, lo que agrava la destrucción de los tejidos de soporte. Con el tiempo, la pérdida ósea puede hacer que los dientes se aflojen y, en los casos más severos, lleguen a caerse o necesiten ser extraídos. La periodontitis, a diferencia de la gingivitis, no es reversible, pero con el tratamiento adecuado, puede ser controlada para detener su progreso.
La relación entre la periodoncia y la salud general es mucho más profunda de lo que muchos imaginan. Numerosos estudios han demostrado que las enfermedades periodontales no solo afectan la salud bucal, sino que también están vinculadas con otras afecciones sistémicas. Por ejemplo, la periodontitis ha sido asociada con enfermedades cardiovasculares. Se cree que la inflamación crónica en las encías puede contribuir al desarrollo de problemas cardíacos, ya que las bacterias y los mediadores inflamatorios pueden ingresar al torrente sanguíneo y afectar el corazón y los vasos sanguíneos. Además, las personas con periodontitis tienen un mayor riesgo de sufrir infartos y accidentes cerebrovasculares.
Otro vínculo importante es el que existe entre la periodontitis y la diabetes. Las personas con diabetes tienen un mayor riesgo de desarrollar enfermedades periodontales debido a que su sistema inmunológico está comprometido y no pueden combatir las infecciones con la misma eficacia. Por otro lado, la presencia de periodontitis también puede dificultar el control de los niveles de azúcar en sangre, lo que crea un ciclo dañino entre ambas afecciones. Esto resalta la importancia de un buen cuidado periodontal en pacientes diabéticos para mejorar su salud general.
Asimismo, se ha encontrado una posible relación entre la periodontitis y problemas en el embarazo, como el parto prematuro y el bajo peso al nacer. La inflamación causada por la enfermedad periodontal puede desencadenar una respuesta inflamatoria sistémica que afecta al feto. Por ello, es crucial que las mujeres embarazadas mantengan una higiene bucal rigurosa y visiten al dentista regularmente para prevenir cualquier complicación.
El tratamiento periodontal varía dependiendo del grado de la enfermedad. En las etapas iniciales, una limpieza profunda, conocida como raspado y alisado radicular, puede ser suficiente para eliminar el sarro acumulado en las raíces de los dientes y alisar las superficies para prevenir la acumulación futura de placa. En los casos más graves, pueden ser necesarias intervenciones quirúrgicas para reducir las bolsas periodontales o regenerar el hueso perdido.
¿Qué otras ramas de la odontología tienen una gran repercusión en la salud?
Además de la periodoncia, existen varias ramas de la odontología que tienen un impacto significativo en la salud general y bucal de las personas. Estas especialidades no solo mejoran la funcionalidad y estética dental, sino que también influyen en la prevención de enfermedades sistémicas y en la calidad de vida. Algunas de las principales ramas con repercusión en la salud son:
- La endodoncia se encarga del tratamiento de las patologías que afectan a la pulpa dental, que es el tejido blando ubicado en el interior del diente. Una de las afecciones más comunes que trata la endodoncia es la infección de la pulpa, lo que generalmente deriva en un tratamiento conocido como «tratamiento de conductos» o «endodoncia». La importancia de esta rama radica en la preservación de los dientes naturales. Si no se trata una infección pulpar, puede llevar a la formación de abscesos, dolor intenso y, eventualmente, la pérdida del diente.
- La ortodoncia se ocupa de la corrección de los dientes y mandíbulas desalineados. Los problemas de maloclusión (una mordida desajustada) pueden causar dificultades en la masticación y en el habla, así como desgaste anormal de los dientes. Más allá de las cuestiones estéticas, una mordida incorrecta puede afectar la salud general al provocar dolores de cabeza, disfunciones en la articulación temporomandibular (ATM) y trastornos en el cuello y la espalda. Además, los dientes apiñados o mal posicionados son más difíciles de limpiar adecuadamente, lo que puede aumentar el riesgo de caries y enfermedades periodontales.